Massive Attack, electrónica íntima

Se espera un show cautivador, con muchos instrumentos en vivo y cantantes invitados. Así que recomiendo que nos dejemos envolver sin reservas en su fascinante atmósfera musical.

Por Aldo Prieto

Parte de la modernidad sin lugar a dudas está definida por la incorporación de lo electrónico a nuestras vidas. Maravillosos artefactos y sistemas que pretenden hacernos la vida más fácil y llevadera, o más placentera. Éste es el caso de la música electrónica, que ya tiene un lugar destacado y sigue adquiriendo mayor relevancia en la actualidad. Algunos dicen que es fría e impersonal, y tal vez lo ha sido en muchas ocasiones. Pero de tiempo en tiempo llegan a escena bandas que demuestran lo contrario, tal como Massive Attack.

Fue en 1988, en Bristol, Inglaterra, cuando los dj Mushroom (Vowles), Daddy G (Marshall) y Del Naja –inicialmente famoso por su arte grafitti 3-D– formaron esta agrupación. Eminentemente hijos de la cultura urbana, ya tenían un camino recorrido en actos musicales masivos, en especial con el colectivo y sound system The Wild Bunch, cuyas energéticas presentaciones eran imperdibles en la escena underground británica de principios de los ochenta. Pero al integrar Massive Attack lograron un sonido diferente que sorprendió a los melómanos del mundo.

Con su primer lp Blue Lines (1991), aclamado por la crítica, acabaron de dar forma a un nuevo género que después se bautizaría como trip hop. Combinaron y le dieron un nuevo giro a estilos como el soul, reggae, dub y hip hop, con una producción e instrumentos electrónicos. Además, invitaron a excelentes vocalistas, como el veterano cantante de reggae Horace Andy, y a Shara Nelson, que aquí interpreta el ya clásico tema “Unfinished Sympathy” (clasificada con frecuencia entre las mejores canciones de la década de los noventa). El resultado fue una música de lenta cadencia, cálida y sensual, pero penetrante e intensa, la cual sedujo de inmediato a muchos. Massive Attack se fue rápidamente a la vanguardia, y muchas bandas abrazaron su estilo. Para comenzar, en su natal Bristol, pavimentaron el camino para sus famosos coterráneos Portishead y Tricky.

Para su segundo disco Protection (1994), la expectación era mucha ante el alto estándar que definieron con el primero. Algunos críticos fueron injustamente severos, pues es un álbum francamente admirable. La banda continuó por la misma línea, pero demostrando una evolución, en la que se destacan los finos y sofisticados arreglos. De nuevo con cantantes de primera categoría, como Tracey Thorn (de Everything But The Girl), cuya entrañable interpretación del tema que da título al disco es un verdadero placer auditivo. Un año después, curiosamente, todos los temas de este álbum fueron tomados por Mad Professor y remezclados magistralmente en un álbum que endosó junto con sus autores originales: No Protection.

Vale la pena hacer una pausa para hablar de su tercer lp llamado Mezzanine (1998). Alcanzó rápidamente el estatus de álbum de culto, y hasta su portada del escarabajo negro se volvió clásica. Esta singular música ejerce un extraño poder sobre los sentidos, al ser en momentos relajante, en otros tensionante, ansiosa u oscura, pero en definitiva logrando una conexión íntima con quien la escucha. El tema que abre, “Angel”, es sugestivo, misterioso y de gran poderío; su teatralidad lo ha hecho ideal para soundtracks de películas. Por otro lado, de dulzura sin igual es el ya épico tema “Teardrop”, cantado por la etérea voz de Liz Fraser (de Cocteau Twins). Después de esta producción, la banda se consolidó como una de las más importantes de la música electrónica en el mundo. Irónicamente, poco después de ello, Mushroom Vowles abandona el grupo por diferencias musicales con sus compañeros.

Aparte de la enorme influencia que ha ejercido en la música contemporánea, Massive Attack ha colaborado para muchos artistas, produciendo o remezclando sus temas. Por ejemplo, Madonna, Neneh Cherry, David Bowie, Sinéad O’Connor. Ésta última a su vez fue intérprete vocal en su cuarto álbum, 100th Window (2003), que aunque no fue tan trascendente como los anteriores, es también de fineza resaltable y sofisticada producción. En este álbum Daddy G ya no fue productor activo y se alejó de la banda durante cuatro años; Neil Davidge, que ya era su coproductor, se agregó como miembro. Así produjeron en 2005 un soundtrack para la película Danny the dog.

Estos ingleses también han demostrado ser activistas y defensores de causas sociales y políticas. Han sido galardonados muchas veces; el último fue el premio Ivor Novello por su trayectoria y contribución a la música británica.

sábado 20 de febrero

Autidorio Telmex, Guadalajara

lunes 22 de febrero

Auditorio Nacional, México DF

Lee una entrevista que le realizó el suplemento Ocio