Doña Lupe

“Ahorita vengo”, dijo doña Lupe, cuando me presenté en la modesta y acogedora casita de adobe en medio del Valle de Guadalupe.

Al cabo de unos minutos salió Guadalupe Córdoba, doña Lupe para los amigos, que para ella son todos los que lleguen a su casa. En ella se percibe de inmediato la serenidad de la gente que quiere ser feliz, y que lo desea también para los demás.

Aunque lleva más de 40 años haciendo mermeladas, salsas, esencias, aceites y otros productos orgánicos, la venta de vino orgánico al público comenzó apenas en 2000, cuando ella y sus hijos decidieron formalizar el negocio tras la muerte de su esposo.

Doña Lupe asegura que sus vinos, al no tener aditivos ni fertilizantes, son producto del agua y del amor que reciben las plantas de su viñedo. “Tratamos las plantas como a hijos”, dice.

Su vino es su reflejo: un vino franco, sincero, sin mucha complicación, frutal y dulzón.

Su casa es una visita obligada en el Valle, no sólo por el vino o el ambiente relajado –a un costado de la Sierra Blanca–, sino por la exquisita variedad de productos orgánicos que vende y, por supuesto, por tener la oportunidad de charlar un rato con esta amorosa sonorense.

Texto y foto de Carlos Valenzuela



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Comentarios

3 respuestas a «Doña Lupe»

  1. ana

    En que tiendas venden sus productos o solo en Baja california?

    1. vinisferamx

      Hola Ana, sólo se venden allá en el Valle de Guadalupe.

  2. antonio vargas

    hola mi nombre es antonio vargas hoy visite la casa de doña lupe en compañia de mi esposa y mi hija y gosamos de una delicionsa pizza y lazaña y no podia faltar el vinito rico la señorita