Entrevista con José Alberto Zuccardi: El vino argentino y su búsqueda de calidad.

El vino argentino ha tenido importantes momentos en su historia, momentos de reconversión hacia la calidad, de búsqueda de nuevos mercados ante las crisis de su mercado interno, y momentos de gran reconocimiento a nivel internacional. Platicamos con José Alberto Zuccardi, director general de una de las principales bodegas del país sudamericano sobre su vitivinicultura nacional y su bodega.

Por Carlos Valenzuela.

¿Sabemos que Familia Zuccardi aún cuando es una bodega relativamente nueva, ha estado presente en los momentos importantes de la historia del vino en Argentina, nos puedes contar un poco cómo ha sido?

Te lo contaré desde mi historia personal. Yo comencé a trabajar en la vitivinicultura cuando tenía veintidós años, llevo 34, una gran parte de mi vida. Era un mercado totalmente diferente, la vitivinicultura argentina estaba enfocada en el mercado interno, de altísimo consumo per cápita, vinos de muy baja calidad. Esto llega a una situación de crisis en los 80’s, dado que los vinos que se producían, no eran los que la gente se quería tomar, y también había un cambio en los paradigmas culturales, lo mismo que pasó en Italia, Francia y España; la gente que en un momento determinado sólo tomaba vino comenzó a tomar otras bebidas, entonces los consumos de vino por persona bajan, y empieza una búsqueda del consumidor de vinos de mejor calidad.

Primero viene la inquietud de que lo que Argentina producía no era lo que los consumidores argentinos querían. En los 90 se abre un poco la economía argentina, en el 91 viene la ley de convertibilidad, que establece una paridad entre el peso –argentino– y el dólar, y se desregula la economía argentina permitiendo importaciones y exportaciones. Esto genera dos cosas muy importantes, la primera es la posibilidad para la gente del vino, de ver lo que el mundo quería de sus vinos, pero también la posibilidad para los consumidores de ver cómo era el mundo del vino.

Nosotros ya veníamos percibiendo desde la década de los 80 que había que crecer cualitativamente, que el mercado del futuro iba a ser un mercado diferente al que estábamos viviendo y que era un poco la expresión de una concepción masiva que no satisfacía a los consumidores argentinos en ese momento. Entonces empezamos a trabajar en la reconversión de nuestros viñedos, mejores variedades, reducción de producción, apuntando a la calidad. Fue un proceso muy interesante que fuimos haciendo hasta que en el 91, 92, 93 empezamos a exportar nuestros vinos. Era difícil, en aquel momento no había un concepto de que Argentina producía vino, no había un concepto de calidad, pero fuimos haciendo nuestra experiencia, fuimos conociendo y fuimos ganando los mercados, y la verdad ha sido un proceso sumamente enriquecedor, donde también empezamos primero a descubrir las variedades, después a pensar en cuáles son los terroirs para cada variedad, porque en una vitivinicultura antigua, como la de Argentina, había pistas, pero no había certezas, durante ese periodo desde 1940 hasta 1980 de venta masiva, cuando se vendía lo que había.

Nosotros percibimos, nos dábamos cuenta de que eso no duraba, que había que ir a un esquema cualitativo, que había que salir (exportar), que salir no era sólo una forma de comercializar, sino una forma de aprender, y así lo hicimos, y nos fue bien. [Somos] una bodega familiar, una bodega argentina, que tenía un mercado muy limitado en aquella época, hoy en día somos el tercer exportador del país , estamos posicionados en los primeros lugares, con marcas que realmente tienen peso en el mercado, y para mi ha sido una experiencia vital y personal muy interesante.

Percibo que la historia del vino de Familia Zuccardi es muy parecida a la del vino de argentina en general, ¿es así?

Hay una identidad, yo siento que tenemos mucho que ver en este proceso, que fuimos desarrollando a la luz de la internacionalización de argentina y que también fuimos agentes de producir ese fenómeno, trabajamos con mucha dedicación, mucho esmero, buscando primero los nichos de mercado a donde Argentina podía ir y luego en la medida en que se fue abriendo esto, encontrando un posicionamiento adecuado. En general ha sido un proceso muy interesante y yo anticipo que los próximos diez años serán también muy importantes para el vino argentino.

En los 80 hubo una revolución de calidad, ¿cuál crees que es la revolución que viene ahora en el vino argentino?

La revolución es pensar en una mayor calidad, no en volumen, en cuáles son las zonas para producir las mejores variedades, en desarrollar un concepto de vinos varietales, trabajar bien en el viñedo y trabajar bien en la bodega para conservar lo que logramos en el viñedo.

¿Es lo mismo que se necesitaba antes pero a escala internacional?

Creo que lo que tenemos por delante es mucho más fácil en este sentido, la dirección en la que estamos es la correcta, en los 80 no teníamos ni una dirección tomada, sabíamos que el modelo que estábamos desarrollando no iba, hoy sí lo sabemos. En el conjunto de la vitivinicultura argentina desarrollamos un plan estratégico 2020 que lo diseñamos entre el 2000 y 2003 , logramos una ley nacional del plan estratégico vitivinícola que articula toda la actividad en base a 3 objetivos:

1.     La promoción del vino en el mercado argentino.

2.     La promoción del vino argentino en el exterior.

3.     La integración de productores.

Queremos una vitivinicultura diversa, de muchos jugadores en argentina, no nos interesa una industria de grandes corporaciones, el vino es la expresión de la gente y queremos eso.

Nos puedes platicar un poco la labor de WOA, a veces pareciera que es la de dar un estándar de vino argentino, ¿es así?

Lo que hace WOA es crear escenarios donde los vitivinicultores se puedan comunicar con el mercado, o con sus formadores de opinión. No hay una predeterminación de cuál es el estilo, eso lo va a definir el mercado, lo va a definir la gente y lo que le gusta. Lo bueno es que hoy hay diferentes regiones en Argentina que se expresan de diferentes maneras, hay Malbec en distintos niveles de precios y por lo tanto calidad. Yo creo que cada cosa tiene su lugar y el mercado dirá: esto sí, esto no.

Hablando de lo que nos permite el nuevo mundo contra el aprendizaje del viejo mundo, ¿qué nos dices?

El viejo mundo se ha reformulado en muchas cosas, pero lo cierto es que nosotros tenemos mucha libertad. En Argentina tenemos una ley de vinos que está muy enfocada en términos de naturalidad, pero de alguna manera esta libertad de poder plantar las variedades que queramos en las regiones que queramos es muy interesante. Esta fusión de viejo y nuevo mundo le da una identidad muy clara a Argentina.

¿Para ustedes es realmente importante el tema de añadas, con relación al viñedo, clima, etc.?

Definitivamente, el vino se hace en el viñedo, y es la expresión de ese lugar, esa variedad, ese año, y de la gente que cultivó el viñedo. El vino es una explosión de identidad de todos los que participamos en él. Por ejemplo, dos enólogos distintos, con la misma uva, hacen dos vinos distintos, así como dos agricultores, con el mismo viñedo, obtienen fruta diferente, y esto es lo fantástico del vino.

¿Qué se puede esperar de los vinos orgánicos?

Para nosotros [hacer vinos orgánicos] es hacer un negocio sustentable, para que los que vengan atrás nuestro puedan hacer lo mismo. Nosotros vivimos en un desierto, donde las condiciones naturales son fantásticas, usamos control integrado de plagas (natural). Realmente la situación de Mendoza, que es un desierto en altura es muy interesante para esto.

El tema orgánico es parte de nuestra filosofía, hay cuatro aspectos que definen nuestra acción: calidad, innovación, cuidado del medio ambiente y ser útiles a la sociedad de la que somos parte. El tema orgánico es para nosotros fundamental, tenemos que trabajar para que los que vienen atrás nuestro encuentren las mismas condiciones que nosotros encontramos. Trabajamos en armonía con la viña y nos sentimos muy contentos, le invertimos mucha dedicación y mucho trabajo. Tenemos el orgullo de que las uvas que producimos en forma orgánica son de muy buena calidad. El hecho de que una uva sea orgánica no significa que tiene nada menos que una uva que no lo sea.

¿Cómo defines el perfil de tu bodega?

Es una bodega familiar, una bodega argentina, y creo que estos dos aspectos la definen. Para nosotros el tema de la familia no es sólo de sangre, sino de valores. Cuando hablamos de la familia nos referimos también al equipo de trabajo que forma parte de la bodega. Y cuando hablamos de argentino, no sólo hablamos de nuestro documento de identidad, sino de una percepción, de una forma de vivir las cosas, de relacionarnos, de una filosofía de vida. Argentina tiene su carácter, la gente en Argentina aprecia compartir, el momento más sublime es la familia, los amigos, compartir un asado, apreciamos mucho el disfrutar del compartir. En este sentido asumimos nuestra identidad, no queremos ser una copia de nada, creemos que Argentina tiene su identidad; a su vez nos gusta mucho conocer lo que se hace en otros países pero siempre manteniendo nuestra identidad, y este es un poco el perfil de la bodega, lo que nos orienta.

¿Qué consejo le das a nuestros lectores que van comenzando en la cultura del vino?

Yo creo que el vino es placer, y el vino es compartir, creo que el vino no es una experiencia intelectual, es una experiencia sensorial, hay que dar lugar a los sentidos, hay que apreciar y disfrutar de lo que a uno realmente le gusta. No me gusta cuando la gente dice “para beber vino hay que saber”, el saber te da dimensiones distintas del placer, te permite de alguna manera descubrir nuevas cosas, pero el placer de degustar es lo que define al vino. Insisto, no es un hecho intelectual, es un hecho sensorial. A mí me parece muy acertada la visión que tiene la gente joven del vino, una visión de compartir, y no hay que hacer del vino algo solemne, porque no lo es, el vino es algo cotidiano, es parte de la mesa, el vino no es alcohol, el vino es alimento, y es un alimento para el cuerpo y para el alma.

Sitio Web oficial de Familia Zuccardi.

Link a semblanza hecha de Familia Zuccardi por el Doctor Salsa.

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1 respuesta a «Entrevista con José Alberto Zuccardi: El vino argentino y su búsqueda de calidad.»

  1. V IVIANA

    me gustaria recibir el video de la fiesta anual de la bodega ZUCCARDI ke se esta llevando a cabo en mendoza en estos momentos…comentan ke hay 4.000 invitados ke estuvo IVAN NOBLE Y DARIO GRANDINETTI…HOY 19 DE NOVIEMBRE DE 2011…GRACIAS