Según muchos aficionados al vino se podría decir con certeza que el Riesling de Rheingau personifica la esencia de la vitivinicultura alemana que entremezcla tradición y modernidad y que no sería fácil superar la hermosura de los tesoros naturales y arquitectónicos de la región en la que se produce.
Por Dr. József Kosárka
Rheingau se encuentra en la parte centro occidental del país, en las cercanías de la capital (Wiesbaden) del estado federado de Hesse, entre las localidades de Hachemí y Lorch, a la orilla derecha del río que corre al sur de la cadena montañosa de Taunus, y así forma parte del Valle Superior del Medio Rin que hace un decenio ha sido incluido –como paisaje cultural– en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
En cuanto a los orígenes históricos de la vitivinicultura local, se conoce que durante la época del imperio romano el cultivo de la vid se ha extendido hasta esta región. El primer documento encontrado que testimonia sobre una plantación de vid –en el pueblo de Walluf– remonta a 779 y en otro datado en 817 ya se menciona los viñedos alrededor del castillo de Johannisberg. Un par de siglos después los monjes (cistercienses y benedictinos) fueron quienes erigieron sus suntuosos monasterios (Feuerbach, Johannisberg) en cuyos alrededores inmediatos pronto empezaron a cultivar la vid con gran dedicación. Luego emprendieron el negocio de la venta de sus vinos. En aquella época Rheingau fue el centro más importante de comercio de vino del viejo continente, papel que se ha ido disminuyendo solo algunos siglos más tarde.
Las condiciones de esta zona productiva son excepcionalmente propicias para un óptimo desarrollo de la vid. Al reunir todos los elementos claves que en topografía, suelo y clima se requieren para la producción de uva de gran calidad para ser destinada a la elaboración de vinos de alta gama. Las colinas suavemente onduladas descienden hacia el río que justo en este lugar gira al oeste y así los viñedos orientados hacia el sur son dotados de una excelente insolación directa y también de la reflexión de luz en la superficie del agua. Aquellos que se encuentran situados en el este de Rheingau están asentados sobre suelos de arcilla y arena con grava y en el oeste sobre los de esquisto y piedra arenisca que imprimen – al igual que el loess – su sello de mineralidad en los vinos. El microclima de esta región es templado y suave que hace que su temperatura media anual es moderada (10 °C) y la precipitación media ronda los 580 mm al año. Al mismo tiempo, el Rin aporta con su evaporación la humedad necesaria en la fase final de la maduración de la uva.
Gracias a e estas características, Rheingau se ha convertido en un lugar ideal para el cultivo de la variedad Reisling, que es una de las que mejor expresan en sus vinos las propiedades naturales del terruño, lo que explica que alrededor de 80% de los viñedos están plantados con ella. Esta noble uva es considerada como nativa de esta región donde viene siendo cultivada desde hace más de medio milenio. (En un inventario de un condado en 1435 se refiere a barriles de «riesslingen» comprados en el pueblo de Rüsselsheim. Los datos científicos expuestos hace algún tiempo por investigadores austriacos demuestran que esta variedad comparte parentesco con algunas francesas, como las Aligote y Chardonnay, y uno de los parientes de cruzamiento en común debía ser la rústica Heunisch que probablemente ha sido traída a esta parte del continente por los hunos.)
Los vinos típicos secos de calidad elaborados a base de Riesling originaria de buenos pagos tienen un color que puede variar de amarillo pálido con tonalidades verdosas al amarillo dorado brillante. En nariz se percibe tanto aromas de frutas y flores blancas como el olor de la pizarra y del queroseno. En boca deben ser voluminosos y elegantemente balanceados presentando carácter frutal, de textura cremosa y mineralidad compleja con alta acidez crujiente.
Siendo la Riesling una uva de maduración prolongada, también puede proporcionar –al vendimiar tardíamente– vinos dulces en todas las categorías de la clasificación alemana correspondiente (Prädikatswein) pero en Rheingau, donde en 1775 se elaboró el primer vino de cosecha tardía alemán, se los produce solo en cantidades menores.
Actualmente, la superficie de Rheingau ocupada por viñedos es alrededor de 3,200 hectáreas y el número de explotaciones vitivinícolas llega a unas mil empresas. La mayoría de ellas tiene reducido tamaño que es la consecuencia de la fragmentación de propiedades de herencia familiar. La producción de vinos anual alcanza los 230 mil hectolitros cuyo 60% se comercializa embotellado (con una participación de 80% de los de denominación de origen controlada con atributos especiales). Algunos de los productores tradicionales y pioneros …que han ido renovando el concepto en la elaboración de vinos de la región– destacados: Kloster Eberbach, Schloss Johannisberg, Georg Breuer, Joseph Leitz, Robert Weil, Franz Künstler.
Esta región ofrece muchas posibilidades para escapadas enoturísticas, especialmente en la época de la vendimia, cuando se celebran las fiestas del vino en varias localidades. Una de estas es la “Semana del Vino de Rheingau” de Wiesbaden que se lleva a cabo anualmente a finales de agosto y presenta no solo una amplia gama de vinos locales sino también permite al visitante una aventura culinaria completadas por conciertos de música de banda al aire libre. Debido a su versatilidad, el Riesling marida con muchos platos. Un joven puede ser, por ejemplo, el acompañante perfecto de una chuleta de cerdo a la plancha o un añejo puede ir bien con un estofado de cordero.
Además, los antiguos monasterios y castillos bien conservados y el encantador paisaje garantizan que el turista obtenga las mejores impresiones de viaje en un lugar con atracciones imperdibles.
Dr. József Kosárka
