Aprueban reglamento que atenta contra el equilibrio y la sustentabilidad de los valles vinícolas de Baja California

Como no se pudo cambiar el Programa Sectorial por uno a modo de los intereses de las inmobiliarias, se modificó el reglamento del Programa Sectorial vigente, y se abrió la puerta a usos de suelo distintos del interés, vocación e identidad del Valle de Guadalupe.

Por Cecilia García Muñoz
@CECIGARMU

El más burdo “madruguete” fue el método que el XX Ayuntamiento de Ensenada eligió para cambiar el reglamento de uso de suelo en la zona vitivinícola del municipio y afectar de manera permanente (de no re-modificarse) su sustentabilidad y futuro.

Al XX Ayuntamiento, encabezado por Enrique Pelayo como primer edil, múltiples prácticas imprudentes y sospechosas lo condenan.

En una sesión convocada como “extraordinaria y privada”, los integrantes del cabildo aprobaron el día 7 de noviembre por la noche, modificaciones al Reglamento de zonificación y uso de suelo para el Programa Sectorial de desarrollo urbano-turístico de los valles vitivinícolas de la zona norte de Ensenada, Baja California; mismas que permiten la construcción de desarrollos habitacionales en un territorio con condiciones, vocación e identidad no aptas para asentamientos urbanos de alta densidad.

La prensa local ha reportado el hecho como un acuchillamiento al Valle de Guadalupe. http://www.elvigia.net/general/2013/11/8/acuchillan-valle-guadalupe-140658.html

La cadena de atropellos, conflictos de interés, actos opacos y dimes y diretes de las autoridades hacía los miembros de la sociedad interesados en conocer sobre el futuro del Valle de Guadalupe, habitantes del Valle y los productores de vino y otras agroindustrias agrupados en Por un Valle de verdad, raya en el escándalo.

Fue por filtraciones primero, y luego por la regidora Carmen Íñiguez que en el mes de septiembre los productores de vino fueron alertados de la intención del ayuntamiento de modificar el Programa Sectorial de Desarrollo Urbano- Turístico de los valles vitivinícolas de Ensenada, para permitir la construcción de desarrollos habitacionales de alta densidad en el Valle, rezonificar el territorio reduciendo los espacios de conservación y permitiendo que suelos agrícolas se convirtieran en torres de departamentos o cerradas de casas o casas campestres u otras variables no rurales y no agrícolas.

El problema de estos desarrollos es que, dadas las condiciones del Valle: carencia de vialidades, de seguridad pública, de servicios de recolección de basura, de servicios de salud pública, de abastecimiento de agua, de red de drenaje, entre otros servicios del tipo urbano; crear asentamientos de esa índole significaría el colapso de la zona y la extinción de la ruta del vino.

El proyecto de modificación del Programa Sectorial 2012-2013 fue presentado con sellos del gobierno del estado de Baja California, del municipio de Ensenada, del Instituto Municipal de Investigación y Planeación de Ensenada (IMIP) y hasta del Fondo Nacional para el Fomento al Turismo (FONATUR) que es una instancia federal pero todas esas autoridades se deslindaron del proyecto ante el descontento y sorpresa de los habitantes y productores vinícolas del Valle de Guadalupe, que pedían se realizara la consulta pública que por ley debe hacerse para la modificación de los planes de ordenamiento de este tipo.

Entonces no había sido el FONATUR, ni el IMIP, ni el gobierno del estado de Baja California que además estaba por hacer cambio de titular y, a decir del presidente municipal de Ensenada, Enrique Pelayo, tampoco el ayuntamiento era la autoridad que respaldaba ese proyecto de Programa Sectorial. No había sido nadie. No obstante que “nadie” lo respaldaba, un despacho de arquitectos y el Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal (COPLADEM), una instancia del gobierno municipal, mandaron cartas solicitando que, literalmente de la noche a la mañana, los interesados en el tema del ordenamiento del Valle de Guadalupe acudieran a una consulta pública y que de no asistir, se tomaría su ausencia como voto a favor de las modificaciones que en la reunión improvisada se expusieran. La apuesta estaba clara: avisar por un medio no público como es el correo electrónico, con un corto margen de tiempo que se presentarían las modificaciones y que el que no fuera, era porque estaba a favor.

La reunión se llevó a cabo pero la respuesta de los interesados sobrepasó las expectativas de los convocantes porque los productores de vino y habitantes del Valle fueron, y no solo fueron sino que iban preparados para cuestionar la legitimidad del proceso de consulta, la procedencia del proyecto, la viabilidad del mismo y todas las inconsistencias evidentes.

La prensa local reportó que la ríspida reunión convirtió a la presunta consulta pública en una mera sesión informativa y que los productores de vino advirtieron que no se dejarían sorprender, que defenderían la vocación e identidad del Valle.

Esa reunión fue el detonante de un  movimiento ciudadano que se denomina “Por un valle de verdad”. El movimiento ha logrado convocar a productores de vino de todos tamaños para unificar posturas frente al atentado al Valle de Guadalupe. Ha logrado movilizar a representantes de la cocina nacional e internacional para que se pronuncien a favor de respetar el delicado equilibrio de un ecosistema único por su clima y condiciones como es el Valle de Guadalupe. Ha logrado impactar en la opinión pública local, estatal y hasta nacional. Ha recabado firmas, ha volanteado, ha recibido el respaldo de cámaras empresariales del Estado, de abogados, de arquitectos, de miembros de la comunidad científica; ha involucrado a todos los que ha podido, siendo que ese es el fundamento de una consulta pública que debe convocar la autoridad.

Se inició la resistencia entonces.  Se estudió el nuevo plan sectorial que se pretendía aprobar y se alertó de que esa redacción, otorgaba casi el 50% del territorio del Valle a usos de suelo habitacionales, residenciales o distintos de agrícolas: hoteles, restaurantes, entre otras figuras. Que las áreas de conservación se intentaban reducir, lo que afectaría determinantemente con el de por sí amenazado equilibrio ambiental del Valle. Se argumentó que, de acuerdo a serios estudios hechos por investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California, el Centro de Investigación y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) el agua sería un recurso inexistente para atender las necesidades de los habitantes de la zona, y que el de por sí agudo problema de abastecimiento de agua, con esas modificaciones, haría al Valle de Guadalupe un lugar inviable para casi cualquier actividad.

El mes de octubre se llenó de dichos confusos de parte de las autoridades. Citaban a reuniones y cuando se llegaba el día y la hora dichas, en la puerta de la sala donde se llevarían a cabo, o en un poste de la plaza donde se había citado aparecía una hoja de papel blanco con la leyenda: “Se cancela la reunión convocada por el COPLADEM hasta nuevo aviso”. Se cancelaron varias reuniones. Los vinicultores iban siempre en grupo y convocando a la prensa local. Los reporteros dejaron constancia en sus publicaciones que las reuniones no se llevaban a cabo. El presidente municipal dijo que el proyecto había sido iniciado por una secretaría de su oficina que malamente aceptó el expediente y le dio tramite. Se llegó al extremo de negar en oficios legales, la existencia del trámite de modificación de uso de suelo del Valle de Guadalupe cuando interesados pidieron respuesta, vía la Ley de Transparencia del Municipio, a diversas autoridades que debían conocer del procedimiento. Hasta el presidente municipal contestó que el tramite no existía. Pero las contradicciones seguían porque el COPLADEM, instancia municipal, si contestó al requerimiento de información diciendo que algo sobre el tema estaba en estudio.

Integrantes de “Por un Valle de verdad” pidieron audiencia en sesión de cabildo. Pidieron reuniones con los regidores y no todos asistían. Insistieron en abrir un espacio a la discusión sobre el tema y a que las autoridades escucharan sus argumentos. Todo era en vano.

En actos públicos, el Presidente Municipal declaraba que no tenía intereses personales en el cambio de uso de suelo del Valle de Guadalupe, dijo no saber quién había pagado al despacho de arquitectos que respaldaba el proyecto de Programa Sectorial. Dijo que el XX Ayuntamiento no tiene intereses particulares en el cambio de uso de suelo del Valle, aunque uno de sus cercanísimos colaboradores, Ricardo Zazueta, que se desempeña como subsecretario general de Gobierno del Ayuntamiento, es socio y cuñado del empresario inmobiliario Carlos Lagos del Grupo Lagza.

Carlos Lagos y el Grupo Lagza, son los nuevos dueños de un espacio conocido en el Valle de Guadalupe como Olivares Mexicanos. Olivares Mexicanos es una extensión de terreno repleta de árboles de olivo. El empresario tiene en marcha un proyecto inmobiliario en ese terreno donde ya oferta la posibilidad de comprar una casa aunque el uso de suelo de ese territorio no es habitacional. Las casas ya están en preventa, aunque no hay concesión de agua para ellos ni usos de suelo en regla.

El XX Ayuntamiento de Ensenada está por terminar. El 1 de diciembre entra el nuevo presidente municipal pero la prisa advertida desde hace semanas en las autoridades salientes para dejar arreglada la posibilidad de que siga adelante ese proyecto de Olivares Mexicanos y otros que se rumora están en marcha pero de los que no se saben detalles gracias al cobijo ignominioso de las autoridades municipales fue tal, que ante la imposibilidad de hacer una consulta pública a modo para las intensiones de estos grupos de poder ajenos al interés público, se decidió no cambiar el programa sectorial, pero sí adecuar el reglamento del programa sectorial vigente para que los proyectos inmobiliarios en la ruta del vino de Baja California tengan cabida.

El documento de nuevo reglamento aprobado en fast track por los regidores, el síndico y el presidente municipal salientes de Ensenada fue distribuido ayer por la noche entre productores de vino. Hoy más tarde se fijará postura sobre el contenido del mismo en una conferencia de prensa. El documento, que sigue en análisis por las partes afectadas, fue compartido con Vinisfera y puede consultarse aquí: LINK.

CGM.