Y También doce buenos maridajes para comenzar el 2009

maridaje1A propósito de los propósitos… esos que al terminar cada año prometes fervientemente cumplir para el siguiente; ya es primero de enero, hora de empezar un nuevo día y además un nuevo año…


Ya saben, un inicio así es siempre emocionante, todo es nuevo: nuevos proyectos, nuevas experiencias, nuevas personas por conocer, nuevos regalos de intercambio que estrenar, en fin, un nuevo comienzo, la época que se presta al cambio. Hoy me miré en el espejo, le sonreí a la vida y a pesar de todo lo que he escuchado en todas partes sobre la crisis económica mundial, me di cuenta de que la vida sigue siendo maravillosa, que tengo mucho que agradecer y de que… ¿Mis jeans me aprietan?… ¿De dónde habrá salido esta lonja?… No creo que hayan sido los tamales con atole y ponche de las posadas de diciembre, ni el pavo relleno y el bacalao a la vizcaína que comimos en Navidad en casa de la abuela y mucho menos las veinte tortas de recalentado de la semana subsecuente. ¡Si ni fue tanto! (suspiro) Pues bien, aquí estoy, con una nueva talla y compartiendo con ustedes mis recomendaciones para maridar este año 2009.

La onda Light

Enero y febrero son los meses predilectos de gran parte de la población mundial para empezar a llevar una dieta saludable y hacer ejercicio. Para cuando llegue marzo ya se nos olvidó. Pero mientras eso sucede y no tiro el estandarte de “La onda Light” no podría concebir mis sagrados alimentos “Light” sin vino y para mi gran alivio las ensaladas nunca han estado peleadas con él.

Propuesta 1:
Ensalada verde con pechuga de pollo asada, al pesto (salsa de aceite de oliva, albahaca, piñones y queso parmesano) con un vino blanco seco, afrutado y algo herbal a la nariz como un varietal sauvignon blanc o semillon.

Rompiendo esquemas

maridaje2Este año les propongo olvidarse de los esquemáticos maridajes de los años 70 (léase carnes blancas con vinos blancos y carnes rojas con vinos tintos), porque si maridar se tratara de combinar colores, mi trabajo lo podría hacer cualquier persona y yo no tendría con que pagar la renta. Obama y la Casa Blanca estarían de acuerdo conmigo. Aquí todo depende de la técnica de cocción y de la salsa que acompañe a una carne.

Propuesta 2: Huachinango a las brasas con salsa de chiles secos con un tinto joven, afrutado y algo ligero como un pinot noir o hasta un merlot.

Propuesta 3: Magret de pato a la naranja con un vino blanco untuoso, complejo a la nariz y con un ligero paso por barrica de un varietal chardonnay por ejemplo.

Orgullosamente mexicano
Sin miedo les confieso que soy fan del vino mexicano y por si fuera poco también de la cocina mexicana y este año más que nunca me siento con la actitud de apoyar tan buenos productos de nuestro país. En mi opinión uno de los platillos más exóticos, complejos e interesantes de tan amplia cocina es el mole en todas sus variedades y no existe mejor vino para éste que uno mexicano.

Propuesta 4: Enchiladas de pollo bañadas en mole negro oaxaqueño, con un vino tinto algo especiado y notas achocolatadas, corpulento y de buena intensidad, tal vez de una variedad shiraz.

Para los bolsillos rotos

Algo que me encanta de este país y en especial de mi pueblo (el D.F.) es que en cualquier lugar encuentras un changarrito donde comer, además de económico, rico (claro siempre y cuando cuente con la debida limpieza e higiene). Para mí el maridaje se rige bajo un sólo principio básico: cualquier alimento es susceptible de ser acompañado con un vino, sólo hay que buscar el correcto y ¿saben qué? Con las fritangas también se puede.

Propuesta 5: Tacos de barbacoa de borrego con salsa roja (no muy picante), con un vino tinto seco, de mediana intensidad, afrutado y a la vez especiado y mentolado a la nariz como un coupage de cabernet sauvignon con merlot.

La sencillez ante todo

Las lecciones más importantes que he recibido en el transcurso del año anterior, y en general en mi vida, han sido gracias a las personas más sencillas de este mundo. Prueben esto en compañía de su familia y amigos.

Propuesta 6: Cualquier corte de carne algo graso como el T-bone hecho en el asador, con un vino tinto corpulento, complejo, aromas amaderados, ahumados, especiados, intenso en boca, la tanicidad del vino ayuda a equilibrar la sensación grasosa en el paladar, ya sea un varietal malbec, cabernet sauvignon, shiraz o en mezcla.

La vida sí puede ser de color rosa

maridaje3Por alguna razón los vinos rosados son opciones que olvidamos a la hora de comprar un vino. Pero les doy un tip: son excelentes aperitivos y acompañantes también, y lo mejor de todo es que en general los encuentras a precios muy accesibles. Tratemos de comenzar el año viendo la vida en rosa, aunque sea con una copa de vino rosado, y aunque la cosa se ponga medio difícil, mucho depende de la actitud que tomamos ante las adversidades.

Propuesta 7: Lechón al horno o lomo de cerdo mechado y en su jugo con un vino rosado, afrutado, aromático y elegante.

Buscando el romance

Quienes se proponen encontrar el amor en este año (ok… nos proponemos), una de las artimañas que podemos utilizar, en el arte del cortejo, es la sensación de bienestar y ligera desinhibición que nos produce el vino (obviamente sin excederse por favor, si no en vez de vernos cara a cara con el amor, nos encontraremos con la cara en el WC) acompañado de una deliciosa comida afrodisíaca… romance seguro.

Propuesta 8: Mousse de chocolate y coulis de fresas con un vino de oporto con un medio a largo añejamiento.

En la comodidad del hogar

No creo indispensable ir a un elegante restaurante y recortar nuestro presupuesto para disfrutar de los placeres de la comida y hacer un buen maridaje. La comida casera tiene lo suyo y disculparán mi atrevimiento al decir que mi abuela hace el mejor spaghetti a la mantequilla de hierbas y queso que he probado en la vida (de verdad, sin afán de menospreciar los spaghettis de todas las abuelas del mundo) es simple, pero delicioso todo está en una estratégica combinación de hierbas, especias y quesos sutiles y claro el sazón de mi abuela, que en todos mis años de cocinera profesional no he podido imitar.

Propuesta 9: Spaguetti a la mantequilla de finas hierbas y queso parmesano y ricotta con un vino blanco seco algo mineral a la nariz, toques herbales, cítricos y un poco florales, como un varietal chenin blanc, chardonnay o viognier.

Clásico e inolvidable

Más que los Beatles y los Rolling Stones, más que Grease con John Travolta y Olivia Newton John y más que Nosotros los pobres, Los ricos también lloran, María Mercedes, María la del barrio y Marimar ¡juntos!, más clásico, inolvidable e infalible que la combinación: queso, pan y vino… imposible.

Propuesta 10: Pan de campiña o focaccia (o en su defecto, bolillo) con un toque de aceite de oliva y queso manchego de oveja semimaduro con un tinto intenso, algo amaderado y a la vez afrutado, como un tempranillo con crianza.

Propuesta 11: Baguette y queso gruyere con algún vino espumoso demisec (es decir ligeramente dulce).

El dulce final

Así como siempre después de una basta comida, sobra espacio para un postrecito, también el estómago se reserva un lugarcito para un vino dulce que lo acompañe, suena tal vez empalagoso, pero recuerden que un vino de este estilo (dulce natural, generoso o dulce licoroso), se sirve bien frío y en pequeñas porciones (o sea, no te llenes una copa). Y para terminar mi lista los dejo con el siguiente maridaje:

Propuesta 12: Tarta de manzana (tipo Tarte Tatin) con un cosecha tardía ya sea de sauvignon blanc o riesling.


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