Aprovechando el clima del primer cumpleaños de la edición impresa de Vinísfera (2009), las recomendaciones de este número son álbumes que también están de aniversario. De estilos variados y diversos, espero que fomenten el eclecticismo musical en sus fonotecas.
Por Aldo Prieto
The Black Ghosts
The Black Ghosts (2008)
Este álbum británico de un año de edad llama la atención por su fina producción. Comienza con un original tema «Some way through this», de excelentes programaciones electrónicas y con un dramático arreglo de violines que le da un matiz especial. Contiene cortes indie muy bailables como «Anyway You choose» y «I Don’t know», y se destaca la atractiva voz de Simon Lord (anterior vocalista del grupo Simian). Para disfrutar es «Until it comes again», con una lenta y sabrosa cadencia rockera, aderezada de interesantes síncopas. «Full Moon» extrañamente recuerda los sesenta con sus vocales y adornos de guitarra acústica, y aparte una nostálgica letra. Un interesante tema es «Something new», de sabor disco y que gira alrededor de repeticiones de teclado. Contiene también una colaboración de Damon Albarn (Blur) en el energético tema «Repetition Kills you» que también ya está siendo favorita en las pistas de baile. Y tal como dice la letra de la rítmica «Face», hay que «encarar» sin reservas la música de este disco para apreciar las tendencias musicales actuales de la música pop.
Gustavo Cerati
Bocanada (1999)
Este fantástico álbum de Gustavo Cerati cumple ya diez años, y se sigue escuchando actual. Para mí es el mejor disco del argentino hasta la fecha, y se nota que puso todo su empeño en fabricar un álbum memorable. Contiene una buena dosis de electrónica y sampleos (como en «Tabú» y «Y si el humo está en foco…»), sin duda fruto de la colaboración de Flavius Etcheto. Ningún tema es de relleno, todos son excelentes, y de letras inteligentes como nos tiene acostumbrados Cerati desde sus tiempos en Soda Stereo. «Engaña», «Bocanada» y «Beautiful» son suaves y elegantes; «Perdonar es divino» es de esas canciones que atrapan y perduran en la mente; «Paseo inmoral» es de un ritmo intenso y sensual. Se dio el lujo de producir «Verbo carne» con una orquesta sinfónica, y también incluyó un tema salpicado de ritmos e instrumentos muy sudamericanos: «Raíz». Por si fuera poco, aquí surgió a la luz su más emblemático tema como solista, «Puente», que siempre deja para el final de sus conciertos. Por lo tanto, resulta imprescindible este sofisticado viaje musical.
Caetano Veloso
Sem lenço, sem documento (1989)
Cumpliendo nada menos que 20 años, esta compilación sigue siendo apreciada como la mejor del divo brasileño. Esto de ningún modo quiere decir que Caetano lleve dos décadas sin buenas propuestas, pero aquí se conjuntan la mayoría de sus temas más clásicos. Del mítico álbum Caetano Veloso (1968) se toman varios cortes, como los famosos «Alegría, alegría», «Soy loco por ti América» y la canción que es estandarte de todo un movimiento cultural «Tropicália». «Lua de São Jorge», que él suele tocar mucho en vivo, es una muestra su lirismo poético y «Sampa» (en ritmo de chorinho) dedicada a la ciudad de São Paulo, es ahora el himno de dicha metrópoli. La rara «Podres poderes» que mezcla protesta con un homenaje a famosos músicos brasileños, es de un alegre pop muy ochentero, tal como «Eclipse oculto». Ésta última aunque no resalta mucho, gustó bastante en su tiempo en Brasil, por lo que uno se acerca a dicho país escuchándola. El romanticismo de «Você é linda», y la bella melodía de «Qualquer coisa» describen mucho al atemporal Caetano. En fin, una colección básica para dar un vistazo general a este gran artista.