Existe en Hungría una región que a sus excelentes tintos une la circunstancia de ser el destino enoturístico más popular del país, además de ofrecer una agradable combinación de ambiente familiar y emociones propias de un pueblito que vive a su propio estilo y ritmo.
Dr. József Kosárka
Desde hace algun tiempo los mejores vinos de Villány vienen siendo reconocidos con medallas de oro en importantes concursos nacionales e internacionales, pero ha faltado un sonado éxito que hubiera llamado mayor atención de los enófilos a las cualidades y características de los más destacados de algunas de sus bodegas. En general, hasta recientemente los grandes vinos tintos húngaros no han sido muy conocidos y valorados fuera de las fronteras nacionales debido a que este país centroeuropeo se identifica más bien con su blanco dulce (Tokaji Aszú) y, por otro lado, a que el consumidor extranjero todavía no se ha dado cuenta que éstos valen su relativamente alto precio.
No obstante, este año en los Decanter World Wine Awards –tal vez sea el concurso de vinos más importante del mundo– el Cuvée 5 de 2009 de la bodega Sauska de Villány ha ganado el Trofeo Internacional en la categoría ‘Varietal tinto de mezcla de Burdeos por encima de GBP 15,00’ y así ha llegado a ser uno de los 32 vinos provenientes de 13 países que obtuvieron este gran resultado. Este trofeo representa la máxima categoría entre los galardones que se entregan en este certamen de alto prestigio, seguidos por el Trofeo Regional y las medallas de Oro, Plata y Bronce, y se otorga también el diploma de Vino Recomendado. El evento es organizado por la revista Decanter y ésta fue la décima edición en la cual se batió el récord con 14.362 vinos participantes.
Así que en esta ocasión a esta bodega húngara le fue particularmente bien destacando mediante este premio el arte de los productores de Villány y demostrando al mundo que si de vino tinto clásico bordelés se trata, ellos también lo saben hacer a la perfección.
La región vinícola de Villány abarca unas dos mil 500 hectáreas en las cuales se cultiva alrededor de medio centenar de variedades. Tiene un clima submediterráneo y suelo arcilloso (con pizarra y loess) que han creado condiciones ideales para el desarrollo de la vitivinicultura desde la época romana cuando el Emperador Probus lo ha impulsado. Actualmente, la gran mayoría de la superficie es plantada por uvas tintas cuya participación alcanza el 70% del total. Las de mayor proporción son la Cabernet Sauvignon (16%), la Portuguiser/Kékoportó (14%), Cabernet Franc (11%), Merlot (9%), Kékfrankos (8%) y Pinot Noir (6%). Entre las blancas dominan la Olaszrizling (5%) y la Chardonnay (3%). Dadas las condiciones locales, el ciclo vegetativo de la uva es relativamente corto y la maduración temprana favorece a los tintos un carácter más joven pero de estilo bien redondo y de buena expresión tánica. Anteriormente han sido las Portuguiser/Kékoportó y Kékfrankos las más utilizadas para la elaboración de la mayoría de los monovarietales y como base de las mezclas tradicionales, sin embargo, últimamente se da mayor preferencia a los clásicos ensamblajes bordeleses.
Los productores de Villány estuvieron entre los primeros en aprovechar las nuevas posibilidades de libertad del proceso de la transición política y económica de Hungría y durante menos de una década llegaron a ser estrellas del sector vitivinícola húngaro. En sus viñedos de unas pocas hectáreas –adquiridas de las granjas estatales bajo el esquema de privatización preferencial– se practica el cultivo de la vid y la elaboración de vino dando prioridad a la calidad. Varios de ellos pusieron su apellido (Gere, Bock, Tiffán, Polgár) como nombre de la marca y hoy en día muchas de éstas están entre las más prestigiadas del mercado local. El precio de sus vinos premium es relatívamente alto pero el consumidor está dispuesto a pagarlo porque le otorga mayor importancia al conocimiento de la marca asociada a la bodega en la que tiene confianza.
La bodega Sauska ha sido fundada hace más de una década por un empresario húngaro-americano del mismo apellido y sus primeros vinos comercializados con esta marca se han elaborado a base de las uvas cosechadas en 2006 con la valiosa asesoría de Ximena Pacheco, una joven enóloga chilena. En la actualidad, la Sauska cuenta con un total de unas 60 hectáreas de viñedo que se encuentran en 6 diferentes lugares en las zonas productoras de los pueblos de Villány y Siklós. Ultimamente, la producción es asesorada por dos profesionales italianos de Toscana.
Según la ley y el reglamento local respectivos, en Villány se ha definido las categorías de calidad como Classico de Origen Protegido y Premium de Origen Protegido. En ambos casos, entre los requisitos se incluyen los aspectos más importantes como las cepas autorizadas y su calidad (grado de azúcar del mosto), las prácticas de cultivo (densidad de plantación, carga máxima de la vid, rendimiento por hectárea máximo) y las condiciones de obtener el permiso de comercialización. En las etiquetas de estos vinos se permite el uso del logotipo especial cuyo diseño contiene la imagen de la cólquico (planta florífera perenne que se conoce también como crocus de otoño – en húngaro: kikerics). Fueron los vinos de la añada de 2006 que por primera vez se han podido lanzar al mercado con el sello distintivo “DHC VILLÁNY” que resulta útil para garantizar tanto la origen como la autenticidad.
En los años pasados la región de Villány se ha convertido en un atractivo destino enoturístico, no solo con sus magníficas bodegas que son joyas arquitectónicas y paisajísticas sino también con su variada oferta gastronómica y propuesta cultural. Su Festival de Vino Tinto que se organiza anualmente a principios de octubre (ésta vez en del 4 al 6) es una fiesta de gran peso que se distingue por la diversidad de sus programas.
Fotos: villany.hu ,villanyborvidek.hu, pecs2u.eu, ciframuhely,hu, campingharkany.hu
Dr. József Kosárka