«El mejor blanco es un tinto»

¿A qué se debe el desprecio de los vinos blancos en México? Te presentamos la siguiente reflexión a propósito de una frase que sigue flotando en el ambiente.

Por Claudio Innes

Muchos hemos escuchado en alguna ocasión esta frase.

Como muchos de ustedes saben, en México el consumo de vino tinto supera por mucho al de blanco. Cualquier persona que sea un poco observadora en ese aspecto, que trabaje en el ámbito de restaurantes, que frecuente o pertenezca a algún club de amantes del vino, podrá corroborar lo que digo.

Este fenómeno no es mundial sino sólo de ciertos países.

En Francia, por ejemplo, los amantes del vino respetan tanto a los blancos como a los tintos, y los parámetros para tomar uno u otro son más bien la ocasión y el platillo que acompañan lo que decide qué se va a tomar ese día. Contrariamente, tanto en España como en México, el favorito será siempre el tinto. Quizás esto se deba a cuestiones culturales, entre ellas la alimentación.

Un día, en medio del departamento de vinos de una reconocida tienda en el estado norteño de Nuevo León (México), me di cuenta que existían por lo menos 100 etiquetas de vinos tintos, contra tan sólo doce de blancos. La diferencia en precios era interesante: mientras en una vitrina mostraban una conocida botella de Ribera del Duero que llegaba a los 8 mil pesos, en la zona de blancos la botella más cara alcanzaba tan sólo los 350 pesos.

Motivado por este hecho, me di a la tarea de preguntar a 40 personas amantes o por lo menos bebedoras de vino, cuánto era lo más que habían gastado alguna vez por una botella de tinto y cuánto por una de blanco. Los resultados fueron los que me esperaba:por la de tinto habían pagado entre 600 y 1, 200 pesos, mientras que por una de blanco nunca habían pagado más de 300 pesos.  Esta encuesta se llevó a cabo en diferentes ciudades de la República Mexicana como Monterrey, Guadalajara, Aguascalientes y el Distrito Federal, adonde frecuentemente viajo por asuntos relacionados con el vino.

De ninguna manera estoy diciendo que no podemos obtener algo bueno por 300 pesos; al contrario, se asombrarían muchos lectores de saber lo que se puede encontrar si sabemos qué y en dónde buscarlo. Pero estarán de acuerdo en que cuando se quiere probar algo memorable, ya sea un vino, un licor, un habano, etcétera, es necesario invertir un poco más.

Tampoco es mi intención desmeritar las cualidades de los grandes tintos; simplemente quiero dejar claro el hecho de que un buen vino, bien elaborado, con una tipicidad bien definida, con ausencia de defectos, con potencial de guarda, es un buen vino, sea blanco o tinto.

Debo mencionar también que los vinos que mejor se conservan a través del tiempo son siempre blancos. Como ejemplo basta con citar a los sauternes.

Si habláramos en términos de vinificación, el que tenga conocimientos reconocerá que la vinificación de los vinos blancos es mucho más complicada, delicada y meticulosa que la de los tintos. Su elaboración permite menos margen de error. Cuando hablamos de vinos con barrica, la frontera entre añadirle propiedades y estropearlo es verdaderamente frágil.

Mi consejo es que se den la oportunidad de tomar un buen blanco un día de éstos. Y que no sea precisamente a una temperatura muy baja. Lo ideal es comenzar con la botella a la temperatura que los cánones dictan para un blanco y dejarla sobre la mesa. Si su vino es de calidad, se asombrarán cómo va evolucionando a medida que la comida avanza y el vino se atempera. Será una delicia terminar con un buen queso de cabra seco si se trata de un vino seco o un queso azul (preferentemente un roquefort), e inclusive acompañando el postre si su vino es muy afrutado o proviene de una vendimia tardía.

Me vienen a la mente varias regiones excepcionales por sus blancos como la Borgoña, que ostenta la denominación Montrachet con sus incomparables puligny, chassagne y el místico bâtard, además de los grandes pouilly fuissés o los chablis.

Qué decir de los pouilly fumés y los sancerres de la Loira o de los vinos de la región de Jura, que figuran también entre los más grandes del mundo con su digno representante el vin jaune de Château Chalon.

De ninguna manera podríamos omitir los excelentes blancos de California, Sudáfrica y Australia. Y no podríamos tampoco dejar de lado a los estupendos vinos españoles que algunos buenos productores vinifican de una manera excepcional, aún a sabiendas que el mercado es más cerrado para estos vinos.

Para concluir cito un acontecimiento histórico en el mundo del vino, que ocurrió el 13 de noviembre de 1994, en el Château Pécault, en Arbois, Francia, en donde se abrió una botella de vin jaune (cepaje savagnin), que databa de 1774, es decir, de 220 años de edad. Esta misma botella había obtenido una medalla de oro en la Exposición Mundial de París en 1868. Dicen por ahí que su propietario todavía posee algunas botellas de esta verdadera joya.

La nota de cata en 1994 decía: a la vista, soberbio color, vino límpido, inclusive brillante;  en nariz, intenso, muy potente pero fino y delicada a la vez; mientras que muy potente en boca, bien estructurado. La madera está presente. El ataque con potentes aromas de especies. Persistencia excepcional de entre 25 y 30 segundos.

Así es que dense un día la oportunidad de descubrir lo que una buena botella de blanco puede aportar. Disfruten su estructura, su complejidad, su fineza y, como yo, estarán de acuerdo en que no hay nada más falso que esa tristemente difundida frase.

claudio@vino-sapiens.com

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11 respuestas a ««El mejor blanco es un tinto»»

  1. Luis Fernando

    Claudio, excelentes tus reflexiones acerca del blanco a nivel internacional, yo estoy mas familiarizado con etiquetas de mi natal Baja California, y opino que acá en la región (basado en el entorno social en el que me encuentro emplazado) esta un poco mas abierta la mente a los blancos, ademas somos frontera tenemos San Diego a una hora así que, tenemos un concepto mas globalizado, y con ello al alcance toda clase de etiquetas, de distintas regiones.
    Baja-Med, la cerveza artesanal, el litoral de ambos lados de la baja, rangos de temperatura en verano de los 30°C a los 45°C, el estilo de vida tan distinto al resto del país, y por supuesto Valle de Guadalupe (no solo visto como región vitivinícola, sino como atracción turística, que esta repuntando, recientemente y de manera acelerada, con todo un nuevo concepto para el Mexico y el mundo), han sido factores que han fungido como catalizador de la gustosa inclusión de los vinos blancos como parte de la cotidianidad de los bajacalifornianos, y si no fuera por propuestas de diseño de blancos,que involucra casas tanto grandes, como con un concepto boutique, quizás, me atrevo a decir, el vino de la región no tendría la aceptación que de hecho tiene.

    Me da gusto que exista gente como tu que emita opiniones objetivas y de estimulo, para que los consumidores de vino (especialmente connacionales) se atrevan a explorar otras opciones de consumo, y que no se sitúen en la monotonía de una sola experiencia.

    sin mas te felicito y envío mis mas cordiales saludos y espero tenerte próximamente de nuevo en la barra de degustación.

    atte. Luis PerezLlamas M.
    M.X. bodega-vinicola

  2. Juan

    Tuve la oportunidad de tomar el Reserva Privada Chardonay de L.A. Cetto, destaca por su buen gusto: esquisito.

  3. Alberto Navarrete

    Claudio estoy gracias a tu texto dispuesto a cambiar mi manera de ver el blanco, el jueves pasado que catamos aquí en Mérida los blancos que trajiste me hicieron verlos de diferente manera creo que seguiré tu recomendación y uno de estos días cambiare mi tan amado tinto por un blanco y en las reuniones de cata del grupo propondré algunos días exclusivos de blancos. Te mando un fuerte abrazo y nos vemos por aquí para seguir aprendiendo.

    Alberto Navarrete

    1. claudio innes

      Excelente mi estimado Alberto. Además no me negarás que con el clima de Mérida, se antoja algo Fresco. A seguir probando tanto blancos como tintos!!!


  4. Claudio muy buenas tus opiniones las cuales comparto.
    Lamentablemente no es así para la gran mayoría de habitantes en nuestro país, por dos cosas mencionas la influencia de España en nuestro país que es bastante grande gracias a las gastronomías tan similares y al malinchismo que llevamos tatuado en la frente, te encontraste con esto seguramente cundo realizaste la encuesta a las 40 personas y es otra frase que tenemos mucho “el precio es bajo el vino es malo” “prefiero vinos de mejor calidad” (más caros)
    Pienso que existe una gran falta de cultura y que quizá tomemos vino por seguir a los demás, por tomar lo que los demás toman, no tenemos un punto de vista propio en lo que a vino se refiere. Y aunque todo pudiera verse malo y negativo a nuestros vinos, México también cuanta con excelentes vinos blancos como casa grande Chardonnay, Viña Kristell entre otros.
    Me despido no sin antes dejándote un abrazo y me dará gusto platicar contigo cuando estés de visita por Monterrey.


    1. Gracias por compartir tu opinión Osvaldo, espero que nos veamos pronto en Monterrey para probar algun buen blanco, que dicho sea de paso, se antoja mucho en un clima tan cálido como el de esa bella ciudad.

  5. Roberto L

    Completamente de acuerdo; y es algo que acabo de descubrir recientemente por mi propia experiencia. Es extraño que en un país donde el picante impera en los platillos; sea tan dificil (si no rayando lo imposible) el conseguir un Gewürztraminer. Pero no nos vayamos tan lejos. Generalmente el area de vinos blancos de nuestras tiendas se compone de unas 12 o 15 opciones para escojer, de las cuales al menos 10 son Chardonnay. ¿Y saben que es lo que me hace brotar la sonrisa? Que aunque casi todos hemos escuchado la palabra «Borgoña» alguna vez; son escasos los lugares en donde se encuentran los amados claros que hicieron a la Chardonnay el lugar privilegiado que hoy ocupa son bastante escasos. Je, es como tener Cabernet sauvignon y no tener aunque sea un Burdeaux. ¿Qué cuestan menos? Bien, mejor para mí; así puedo comprarme mi necesaria dotación sin perder demasiados fondos. En lo personal, soy bebedor de vinos blancos (aunque no desprecio una buena botella de tinto) y puedo decir por experiencia propia que las sorpesas del camino de la acidez no tienen nada que envidiarle al de los taninos.


    1. Muchas gracias por tu comentario Roberto.
      Me da gusto enterarme que como tú, hay gente que le gusta apreciar el vino bien hecho, sea tinto o sea blanco. Ojalá pruebes muchos blancos más para que disfrutes su estructura y complejidad.

  6. javier moreno perez

    que tal me gustaría el que me recomendaras como encontrar un distribuidor de vinos pues estoy haciendo un pequeño restaurante donde el vino es parte importante del concepto saludos.actualmente radico en Guadalajara aun que el restaurante estará en Morelia Michoacan.


    1. Hola Javier, con mucho gusto te paso la información de algunos distribuidores de vino aquí y en Morelia, te lo paso por mail. Si quieres también te podemos dar una asesoría sin costo alguno para el diseño de tu carta de vinos. Saludos.

    2. Antonio

      Gracias Claudio por tus opiniones que siempre son bien recibidas.
      Aqui en Guadalajara, en las reuniones con los amigos, siempre nos tomamos un buen Blanco Frisante," Torre de Aguiar" antes de comer. No hay cosa mejor para abrir el apetito y refrescar el palato.

      Un abrazo.