Sudáfrica: viaje a los confines de la tierra del vino

En estas épocas de efervescencia futbolera, vale la pena recordar que, en materia de vinos, Sudáfrica es uno de los países mas sobresalientes del llamado Nuevo Mundo. Te ofrecemos un par de estampas de las regiones de Stellenbosch y Robertson Wine Valley.

por José del Valle y Álvaro Gamboa

Stellenbosch, en la Ciudad de los Robles

Stellebosch

Quiero referirme a mi extraordinario viaje a los viñedos sudafricanos de la región de Stellenbosch, que es el segundo asentamiento europeo más antiguo de Sudáfrica, después de Ciudad del Cabo.

Este prodigioso lugar se sitúa en la Provincia Occidental del Cabo, aproximadamente a 50 kilómetros de la capital, a lo largo de las orillas del Río Eerste, y se conoce como la “Ciudad de los Robles”, debido a la gran cantidad de árboles de este tipo plantados por su fundador, Simon Van Der Stel, para adornar avenidas y haciendas desde 1679.

El viaje resultó muy placentero, no sólo por la magnífica calidad de los vinos que esta región produce, sino por los paisajes que disfruté durante el recorrido manejando (al estilo británico) por sus inigualables autopistas.

Los Valles Stellenbosch, Paarl y Franschhoek forman las “Tierras del Vino del Cabo”. La industria vitivinícola sudafricana produce aproximadamente mil millones de litros de vino anualmente. Stellenbosch es el emplazamiento primario para la viticultura y la investigación en viticultura. El área tiene un clima de tipo mediterráneo, con veranos calientes, inviernos frescos y cielos claros y soleados. Está al comienzo de las faldas de las montañas de El Cabo, que han creado unos suelos favorables a las vides que son cultivadas principalmente para el vino y no para uvas de mesa.

Viñedo de la bodega Tokara, en Stellenbosch

La primera bodega que visité fue Tokara; Se localiza en las montañas de Helshoogte Pass, a 5 km. de la ciudad de Stellenbosch. Alrededor se pueden observar las majestuosas montañas Simonsberg, False Bay y Table Mountain.

Este es un viñedo tipo boutique y tiene restaurante propio. Al entrar se ubica una majestuosa estancia con una gran chimenea, dos ventanales gigantes con vista a los viñedos y en el muro, un hermoso reloj de pared antiguo. En este recomendable lugar probé uno de sus vinos blancos y otro tinto de buena calidad y compré una botella del vino Premium Tokara Queen of night 2005, cuya etiqueta llamó poderosamente mi atención y que se encuentra en periodo de guarda en mi cava personal.

Esta interesante bodega organiza un original concurso denominado “Wine Made Art”, convocando a pintores a que utilicen el vino como material para sus obras. Adicionalmente esta bodega produce aceite de oliva de muy alta calidad.

Posteriormente retomé la carretera y me detuve en una bodega que me pareció importante dada su tradición y calidad de sus vinos: Kanonkop.

Es un viñedo más tradicional y sobrio. Probé varios de sus vinos, un joven blend 2008 llamado Kadete y otros dos de nombre Kanonkop; el primero de uva pinotage cosecha 2007 y el segundo de uva cabernet sauvignon cosecha 2006. Particularmente me gustaron mucho los vinos, pero no así su bélica imagen, con cañones, cadetes y guerra en todas sus etiquetas. Decidí comprar el vino de uva pinotage debido a la característica de esta vid, propia de la región y del país. Aproveché su hermoso jardín para detenerme a comer un sándwich de camambert que me había preparado desde el hotel, acompañado de una copa de Kanonkop cabernet sauvignon, que disfruté de principio a fin. Recomiendo ampliamente la calidad de estos vinos.

José del Valle, autor del texto, en la bodega Diemersfontein

Por la tarde me dirigí a una bodega que tenía agendada tiempo atrás. Se trata de Diemersfontein, que es una vinícola más comercial y está ubicada en la región de Wellington, a 42 kilómetros hacia el norte. Aquí tuve oportunidad de degustar siete de sus etiquetas. Vinos muy interesantes, de buena estructura y magnífica presentación. Esta bodega ha pertenecido a la familia Sonnenberg desde 1940 y actualmente es administrada por su tercera generación. Su línea premium de vinos se lanzó en 2001 con cuatro variedades importantes: cabernet sauvignon, pinotage, merlot y shiraz.

A la mañana siguiente me reuní con mi amigo Roberto Bottega, propietario de la bodega Da Capo Vineyards. Roberto me preparó una singular visita a dos antiguos viñedos de la región. El primero de ellos, Lourensford, que en sí es un hermoso lugar fundado en el año 1700, con jardines imponentes, pero con una producción de vinos regulares y poco recomendables.

El segundo de ellos vale mucho la pena y se llama Vergelegen; es el segundo viñedo más antiguo de la región. Los vinos son simplemente maravillosos. Compré el vino principal de la bodega que se llama Vergelegen Red, que presenta un llamativo color rojo rubí, profundo y brillante, destacando sus notas a casis, especias y frutos rojos. Su composición es cabernet sauvignon 76%, merlot 18% y cabernet franc 6%. Este vino es guardado en barrica nueva de roble francés por 24 meses, creando un equilibrio inigualable entre su frutalidad, acidez y tanicidad.

Posterior a la cata tuve oportunidad de visitar sus antiguos jardines, la vieja casona y su biblioteca. Esta bodega está a cargo del prestigioso enólogo Andre Van Rensburg, que entre otros destacados premios ha obtenido en dos ocasiones el trofeo internacional “Chateau Pichon Longueville Comtesse de La Lande” por el mejor tinto blend a nivel mundial.

Me ha parecido interesante compartir con ustedes la primera parte de mi visita a Stellenbosch, dado que se trata de bodegas muy importantes cuyos vinos todavía no están en nuestro país, pero que bien vale la pena intentar localizar y probar en cualquier oportunidad viajera.

Asimismo comparto también con ustedes unas cuantas fotos que demuestran la belleza del lugar, la grandeza de sus viñedos y la magnificencia de sus vinos, que desafortunadamente no podrán disfrutar a través del sentido de la vista sin la participación del resto de los sentidos, como podré hacerlo yo, después de descorchar una a una las botellas que me acompañaron durante el resto de mi viaje y hasta el regreso a México.

(José  del Valle)

Robertson Wine Valley, diamante en bruto

Vista de Robertson Wine Valley, en Sudáfrica

Robertson Valley se localiza dentro de Breede River Valley una de las 5 áreas de producción de Sudáfrica.

Aquí existen 3 WO’s (Wine of Origin, equivalente a Denominación de Origen) de las cuales Robertson Wine Valley es la principal. Su localización privilegiada y el compromiso con la calidad que tienen sus productores son los causantes del auge de esta región.

Robertson Valley se encuentra a tan sólo 170 km al este de Cape Town. Esta región se localiza justo en las montañas de Langeberg, lo cual crea un terreno accidentado y cambiante. Cuenta con 48 bodegas establecidas algunas de ellas con mucha tradición vinícola y algunas totalmente nuevas, pero lo que sí es seguro es que este numero seguirá aumentando.

La región se divide, pues, en 9 wards o subregiones, cada una de ellas con un terroir diferente dando lugar a que sólo ciertas variedades de uvas se planten en ellas. Se producen casi todo tipo de vinos, blancos, tintos, espumosos, fortificados y de postre. Las cepas principales de la región son: chenin blanc, chardonnay y sauvignon blanc en cuanto a blancas; cabernet sauvignon, shiraz y pinotage (uva autóctona y emblemática del país) en cuanto a tintas.

Con respecto a la producción de vinos espumosos, Robertson lleva la delantera en cuanto la calidad en el país. El terroir ideal, fresco y con alta fluctuación de temperatura entre día y noche sumados a la composición de la tierra, caliza en su mayor parte, crea vinos con alta expresión frutal y una acidez muy refrescante. Estos vinos llevan la denominación de Methode Cap Classique haciendo referencia al método tradicional o champenoise.

La gran mayoría de los productores se apega a este método, utilizando las mismas cepas permitidas en Champagne y logrando la segunda fermentación en botella. La primera bodega en producir un vino Methode Cap Classique en Robertson Valley fue la bodega Graham Beck.

Graham Beck Wines, la cual lleva el nombre de su fundador, se encuentra justo en el corazón de Robertson Valley. Esta bodega fue establecida en 1983 y fue una de las primeras bodegas en exportar sus productos a Europa y al resto del mundo. En el año 1994 el legendario presidente Nelson Mandela brindó con el vino Brut MCC el día de su inauguración.

Robertson Valley es una región vinícola que con un poco de tiempo estará a la par con las del resto del mundo. Robertson produce vinos de gran calidad, cuenta con una gran industria hotelera y restaurantera, campos de golf, tours en tractores (tradición sudafricana) y tastings gratis en sus bodegas. Definitivamente un región que vale la pena visitar aunque sólo sea a través de sus vinos.

(Álvaro Gamboa)

Comentarios

2 respuestas a «Sudáfrica: viaje a los confines de la tierra del vino»

  1. PAOLA ORDENES

    GRACIAS POR TAN LINDO RELATO .. BELLAS FOTOS PARA HERMOSO LUGAR … DESDE LOS ANDES CHILE … PAOLA ORDENES


    1. Gracias a ti Paola por darte el tiempo de leernos, espero te guste el resto de nuestros artículos.