Portugal: Más allá del oporto y el vino verde

Vinho Verde, Douro, Dão, Alentejo. Te ofrecemos un recorrido por las cuatro principales zonas vitivinícolas de la nación lusitana.

Por Antonio Manuel Pires de Carvalho

Los que  piensan que la cabernet sauvignon, la syrah, la chardonnay y la sauvignon blanc son las únicas uvas que reinan en este mundo, están muy equivocados. ¡Sorpresa! Portugal tiene un abanico de más de 300 variedades de uvas nativas plantadas en 30 zonas vinícolas. El resultado es un inmenso caleidoscopio de sabores, texturas y aromas únicos en el mundo.

Aquí en México cada vez que me preguntan de donde soy y les contesto que vengo de Portugal casi siempre me dicen: ¡Qué rico el oporto! Otras veces comentan: ¡Me gusta mucho el vino verde! Como si no hubieran otros vinos lusitanos. Para mí, la realidad portuguesa es otra.  ¡Los oportos que aquí llegan ni son los de mejor calidad y el vino verde no viaja!

Tradicionalmente hay cuatro grandes zonas vinícolas en Portugal:  Vinho Verde, Douro, Dão  y Alentejo. Veámos.

Vinho Verde

La más grande en área plantada es la región de Vinho Verde. Así llamada no por el color del vino, sino por el color de la zona geográfica que sigue verde todo el año, debido a la influencia del clima del Atlántico y a la gran riqueza de recursos hidrográficos. Desgraciadamente el vino “no viaja”  lo que quiere decir que, el mismo vino catado en Braga al norte  y después en Lisboa en el sur, se manifiesta muy distinto del que probamos inicialmente en la Región de producción. La zona es idéntica a la región de Galicia: sierras bien marcadas, pinos, maíz y vides; por otro lado, mariscos de gran calidad y vinos frescos, suaves y aciditos que son el casamiento perfecto para esta clase de alimentos. Esta es la tierra de los grandes albariños y loureiros.

Tradicionalmente, en los meses de invierno se acostumbra dar a lo niños antes que se salgan a la escuela sopa de cavalo cansado (sopa de caballo cansado), que no es otra cosa que vino verde con pedazos de bolillo, servido en un bol que los niños comen como si fuera cereal matutino. Claro que lo críos se van a la escuela bien calientitos y con mucha ganas de estudiar en esas mañanas frías de enero. En realidad el vino tiene un contenido alcohólico de cerca de 9%, lo que a mi modo de ver no causa gran problema.

Los mejores vinos  son los elaborados 100% de uvas alvarinho provenientes de Monçao y Melgaço, las subzonas más al norte, justo en la frontera con Galicia. Calientes y secos, estos vinos parecen agrupar lo mejor de las uvas viognier (notas de durazno y melocotón) y riesling (con su peculiar acidez y, con los años de crianza, notas a pan tostado).

Esta zona de Vinho Verde en la actualidad pasa por un periodo de renacimiento con pequeños productores que están desarrollando vinos de gran calidad que evolucionan favorablemente con los años, competencia saludable para las grandes cooperativa de la región.

Douro

Majestuoso en escala y grandeza con 40 mil hectáreas, el Douro es el más grande viñedo de montaña del mundo. Incluye de Occidente a Oriente: Baixo Corgo(Abajeño), Cima Corgo (Alteño) y Douro Superior, cerca de la frontera española.  Se puede tomar un tren desde la ciudad de Oporto y recorrer toda la zona vinícola. También se puede tomar un ferry (barco), que para muchos es la mejor manera de visitar la zona, y disfrutar las terrazas de granito inclinadas vertiginosamente sobre el río y que luchan para preservar el precioso suelo. Sin dejar de mencionar la fuerza laboral de ágiles trabajadores que luchan constantemente contra la sierra, el clima y la altitud.

Esta zona fue la primera Denominación de Origen en el mundo, desde 1756, cuando el Marqués de Pombal, en esos tiempos primer ministro del Rey José I de Portugal, decidió controlar el  comercio y la producción de vino en esa zona. El crecimiento de la viticultura marcó el siglo.  En 1703 se firmó el Tratado de Methwen, en el cual Inglaterra permitía un régimen especial a los vinos importados de Portugal, llegando al punto de embargar los vinos españoles y franceses.

Durante la mitad del siglo XVIII la gran demanda de parte de los ingleses por el vino de Oporto llevó a una sobreproducción, acompañada de un colapso del precio y una pérdida de reputación para el vino. Esto llevó al Marqués de Pombal a reglamentar la producción de oporto. El vino de feitoria era aprobado para la exportación mientras el vino do ramo, de inferior calidad, era para el consumo interno.

Al final del siglo XVIII la producción vinícola no se extendía más allá de Cachao de Valeira, que era un enorme peñón que obstruía la navegación  y el relativamente rápido transporte de barricas de vino. Tardó 12 años de trabajo hacer navegable esta parte del río. Como consecuencia, la viticultura fue económicamente viable en el Douro Superior a partir del siglo XIX.

En la segunda mitad del siglo XIX, la viticultura en el Douro fue afectada por grandes desastres naturales similares a los que ocurrieron en otras partes de Europa. En 1890 el oídio, la filoxera y el mildiu habían destruido cerca de 65% de todos los viñedos de la zona. Muchos productores abandonaron la zona para nunca más regresar. Como consecuencia, muchos de esos viñedos abandonados fueron comprados por grandes propietarios por poco dinero.

Una de esas personas fue doña Antonia Ferreira que para ese entonces era una mujer con una visión extraordinaria para los negocios. Cuando falleció, en 1890, dejó a su familia más de 30 quintas [como se les llama en Portugal a las fincas o ranchos].

Hasta 1870 los vinos que se exportaban eran casi todos vinos de quinta, producidos y comercializados por los productores. Los shippers (comercializadores) estaban establecidos en la ciudad de Oporto y exportaban los vinos de quinta y cada vez más iban remplazando los productores.  Para intentar mantener la calidad los shippers empezaron a desarrollar sus propias marcas y blends. Esta separación entre productores, exportadores y shippers en Vila Nova de Gaia, frente a la ciudad de Porto, llegó a tal punto que fue aprobada una ley estipulando que las exportaciones de vino de Oporto sólo se podían hacer desde Vila Nova de Gaia. Finalmente con la entrada de Portugal a la Comunidad Económica Europea (en 1986), la abolición de esta ley llevó a una verdadera revolución en la viticultura de la región.

Actualmente hay sangre nueva en la región y se hacen notar  los Douro boys (muchachos del Douro). Esta es una nueva generación de productores que, más allá de producir oportos también producen tintos y blancos con una gran calidad. Estos son los individuos detrás de la Quinta de Vallado, de Crasto, de Vale Dona Maria, de Vale Meao y de Niepoort.

Los blancos son excelentes, de los cuales yo recomiendo las mezclas de rabigato, viosinho y verdelho.

Los tintos son fantásticos. Las uvas tintas más plantadas son touriga nacional, tinta roriz, touriga franca, tinta amárela, tinta barroca y tinta cao.

Quinta de Vale Meao pertenece a  Francisco “Vito”  Olazabal; Quinta do Crasto pertenece a Jorge Roquette; Quinta do Vale Dona Maria pertenece a Cristiano Von Zeller; Quinta do Vallado pertenece a la familia Ferreira. Niepoort  Quinta de Nápoles y Quinta do Carril pertenece a Dirk Van Der Niepoort

Dão

Los vinos de la región de Dão son típicamente más frescos y más elegantes que los vinos de la región Douro.  La zona tiene cerca de 20,000 has.  de viñedos.  Es una zona montañosa

Los viñedos están entre 400 y 700 metros de altitud. Zona eminentemente granítica, con pinos y maíz. Está rodeada por sierras que la protegen de los vientos, produciendo vinos con alta capacidad de añejamiento. En 1908 el área de producción de vino fue delimitada, constituyendo así la segunda región demarcada en Portugal.

Algunas variedades tintas de la regón son la touriga nacional, la alfrocheiro, la jaén y la tinta roriz .

Por su parte, entre las blancas encontramos encruzado, bical, cercial, malvasia fina y verdelho.

Los vinos blancos suelen ser bastante afrutados, aromáticos y equilibrados; los tintos, de bastante cuerpo, aromáticos y con gran complejidad después de añejados en botella.

La Casa Ferreirinha produce el famoso vino Barca Velha. Desde 1952 ha sido producido sólo 15 veces, durante años de cosechas excepcionales. El más reciente fue el 2000. Cabe mencionar que en 40 años esta compañía sólo ha tenido dos enólogos.

Alentejo

Una de las regiones vinícolas más grandes de Portugal, con 22 mil hectáreas de viñedos. Zona muy caliente y seca. Se benefició de muchas inversiones en el sector agrícola, resultando en grandes vinos reconocidos internacionalmente.

Entre las variedades blancas a Alentejo podemos mencionar la roupeiro y la antão vaz e a Arinto. Entre las tintas, la trincadeira, la aragonez, la castelão y la alicante bouschet .

Los vinos blanco son suaves, ligeramente ácidos y con aromas a frutas tropicales; Los tintos, ricos en taninos, con aromas a frutos silvestres, con bastante cuerpo.

La presencia de los romanos por estas tierras contribuyó a la implantación de la vid. Entre los años 31 y 27 a. C. se vio un gran aumento en el cultivo.

La primera bodega cooperativa fue creada en la década de 1950.

Recomiendo la subzona de Portalegre, con sus vinos tintos poderosos y magníficos.

En la actualidad otras regiones como Beira Interior están produciendo vinos de mucha calidad que tienen la ventaja de entrar en el mercado con un precio muy accesible, comparados con los grandes vinos de Douro.

La región de Beiras está situada en el interior del país. Beira Alta hace frontera con España. Los veranos suelen ser secos y calientes, y los inviernos, fríos y con nieve. Este tipo de clima permite producir uvas que difícilmente se cultivan en otras partes de Portugal como la alfrocheiro y la siria.

Figueira de Castelo Rodrigo se encuentra localizada en el nordeste de Portugal, al sur de valle del río Douro, que es el mismo que el Duero español.

Su Adega Cooperativa fue fundada en 1956 y cuenta actualmente con mil asociados. Tiene una producción de 10 millones de litros al año, 55% blanco y el restante tinto.

Pertenece a la región demarcada de la Beira Interior, sub-región de Castelo Rodrigo.

Son creados vinos de incontestable calidad como lo confirma el gran número de premios que han ganado a lo largo de los años. Recomiendo el blanco frisante elaborado con uva siria y malvasía fina, y también los tintos Denominación de Origen Alfrocheiro, así como el Reserva 2000.

Antonio Manuel Pires de Carvalho es distribuidor de vinos portugueses en México. Vive en Guadalajara.